viernes, 24 de abril de 2009

Ya lo explicó Mafalda hace tiempo...

jueves, 23 de abril de 2009

Verificación policial vehicular


Hace unos días tuve que hacer verificar mi auto en la policía para venderlo. Era la primera vez que hacía este trámite que consiste básicamente en que un funcionario policial certifique que el número de motor y de chasis del auto que se lleva a verificar, coincida con lo que figura en la cédula verde. El objetivo de esto es evitar que autos robados, cuyos códigos de chasis o motor fueron alterados, sean luego vendidos. Suena razonable. Ahora bien, cuánto podría tomar verificar estos datos? Debería ser un trámite rápido y fácil, verdad? Pues no, he aquí la historia.

Decidí llevar el auto a la planta verificadora de Belgrano, que queda en la calle Cazadores. Una cuadra antes de llegar, me paró un hombre que llevaba una chaqueta con el escudo de la policía federal. Me detuve y esta persona me preguntó si iba a hacer la verificación. Le contesté afirmativamente, y el hombre, muy amablemente, me explicó que tenía que desviarme unas cuadras para comprar el formulario 12 antes de comenzar el trámite. Como en la concesionaria ya me habían advertido que tenía que comprar dicho formulario, seguí las instrucciones de este señor. Cuando llegué al lugar indicado, me atiendió un joven que me explicó que el formulario costaba $50 y que ellos lo llenaban por mí. Perfecto, pensé. Pagué lo que pedían y me retiré con el formulario.

Cuando llegué a la planta, me acerqué a la ventanilla 1 para retirar el turno como me habían indicado. Me sorprendí bastante al ver un cartel en el vidrio que me separaba del empleado encargado de entregar los turnos (si, hay una persona cuyo trabajo es entregar turnos... las maquinitas son muy impersonales!) que decía: “Formulario 12 $39,60”. Pensé ingenuamente que tal vez el precio había aumentado recientemente y no habían actualizado el cartelito, pero me intrigó el tema porque en ningún momento la persona que me había parado en la calle me planteó la posibilidad de comprar el formulario directamente en el lugar que se hacía el trámite, en vez de desviarme 3 cuadras y comparalo en otro lado. Entonces le pregunté al empleado por qué el cartel decía lo que decía, a lo que me respondió: “Ah, no, la gente que te para en la calle trabaja para la gestoría que te da el “servicio” de venderte el formulario y completarlo para que no tengas que llenarlo vos acá”. What??? Seguidamente le comenté al señor que la persona que me paró en la calle tenía una chaqueta con el escudo de la policía federal, a lo que me responde: “No, para nada, no tienen nada que ver con nosotros”. Ok, a esta altura ya me sentía un estúpido, pero al ver que la gran mayoría de la gente que allí estaba tenía en su mano el formulario completo con la misma caligrafía que el mío, al menos no me sentí solo. $10,40 por los 100 giles que estabamos ahí es un numerito más que interesante.

Finalmente obtuve mi turno y esperé... esperé... espeeeeeréeeee. Otro empleado, en otra ventanilla llamaba por turnos para verificar el formulario, sellarlo y cobrar 50 centavitos más por el sellado. Digo, no pueden cobrar todo junto? Hace falta dos empleados y dos ventanillas para eso? En fin, mientras esperaba observaba a esta persona, detrás de la segunda ventanilla, que tardaba una eternidad en llamar a cada número una vez que había terminado con el anterior. En ese momento me di cuenta que había un quiosquito instalado ahí adentro, donde vendían café, gaseosas y otras cosas. Pensé, no será que estos tardan un milenio para atenderte así tenes que consumirles algo en el barcito? A esta altura ya pensaba mal de todo.

Luego de un rato, llamaron mi número, pagué el sellado, y me mandaron a buscar el auto para hacer lo que había ido a hacer: que vean dos numeritos en el motor y en la chapa del auto! En definitiva, dos horas perdidas en un trámite que podría haberse hecho, estimo, en 20 minutos máximo. Una vergüenza, la maldita burocracia en toda su expresión. Ah, casi me olvidaba, en la puerta de la planta verificadora había un tipo (también con un chaleco de la policía federal) que supuestamente controlaba el ingreso de los autos. Noté que cada tanto esta persona entraba con alguien, lo hacía pasar por una puerta, y a los pocos minutos el segundo entraba con su auto, sin turno, sin esperas. Sospechoso no? Por qué no pueden atender así de rápido a todos? Si, ya se, soy un ingenuo.

Bueno, este post ya se hizo muy largo, prometo que los próximos serán más escuetos. Quiero terminar diciendo a los que tengan que hacer este trámite en el futuro que no le den bolilla al tipo que para los autos en la calle y los manda a la “gestoría” a comprar el formulario. Y de paso les pido a todos que traten de evitar la tentación de pagar para entrar sin turno... no sigamos alimentando a la bestia!

Hasta el próximo post.