sábado, 2 de mayo de 2009

Cerrar cuenta bancaria, una prueba a la paciencia


Qué linda es la casa central del Standard Bank! Realmente una obra arquitectónica clásica bellísima. No es que sea un estudioso de la arquitectura porteña, nada que ver. Simplemente me vi forzado a pasar muchísimo tiempo en ese magnífico edificio gracias al complicado procedimiento que tienen para cerrar una maldita cuenta. Resumidamente, esto fue lo que ocurrió...
Hace unos años, el por entonces Bank Boston me otorgó un préstamo prendario para la compra de mi primer automóvil. Todo el trámite lo hice, en ese momento, con la concesionaria donde compré el vehículo, sin tener que pisar ni una sola vez el banco, ni siquiera para abrir la caja de ahorro donde me debitarían las cuotas del préstamo. Firmé los papeles en la concesionaria y listo. Tomó sólo 15 minutos.
Ahora bien, llegó el día en que felizmente cancelé completamente dicha deuda, con lo cual ya no tenía sentido conservar esa cuenta bancaria ni pagar su mantenimiento, así que me dispuse a cerrarla. Llamé por teléfono al banco y me dijeron que tenía que acercarme a la sucursal donde estaba radicada la cuenta. Obviamente tuve que averiguar cuál era, ya que, como mencioné anteriormente, nunca había tenido que pisar el banco para abrirla. Así que me tuve que hacer tiempo una mañana para irme hasta el centro a la casa central de Standard Bank, tiempo que era imprescindible para mi trabajo.
Básicamente el trámite se hace en 3 partes. Primero, se hace una cola en la recepción, donde se le explica al empleado del mostrador qué trámite se quiere hacer, para que el mismo te derive al sector de atención a clientes, con un turno, invitándote a esperar sentado. Y menos mal que hay unos sillones muy cómodos, porque estuve allí más de media hora esperando ser atendido. La segunda parte del trámite se lleva a cabo en el sector de ("des") atención a clientes, donde te atiende un ejecutivo al cual hay que explicarle (nuevamente) por qué uno está allí. Y este empleado, te vuelve a derivar al tercer y último paso del trámite. Te manda al subsuelo a hacer otra cola, y hablar con otro empleado del banco para contarle nuevamente el motivo de la visita. Y así, después de acercarse uno a la sucursal, hacer dos colas, esperar ser atendido, y contarle el mismo cuentito 3 veces a 3 pesonas distintas, te vas con el ansiado comprobante de cierre de cuenta. En total, casi dos horas de trámite. Sin duda, la maldita burocracia está presente también en los bancos.
Vivimos en la era de internet, donde uno tiene una clave de home banking y puede transferir de forma segura sus fondos y pagar sus facturas. No pueden idear una forma de que el cierre de cuenta se haga así de fácil también? O será que es una política de retención de clientes vía cansancio y esperan que la gente claudique y deje la cuenta abierta eternamente para no tener que complicarse la vida? Si es así, Standard Bank, tu política apesta.
Hasta el próximo post.

1 comentario:

Patty Molinas dijo...

El sistema funciona asi en casi todos los bancos. Yo tuve uno en el BankBoston prendario tambien, y cuando lo tuve que cerrar tuve que ir 3 veces al banco, para ver el estado del tramite, que no que cosa le falta y demas yerbas. Y eso que vivo en una ciudad chica (Formosa) donde no hay ÉL movimiento bancario. Pero si tenes una caja de ahorro comun que la abriste vos nomas, no hay problema. Es un tramite que te toma 5 minutos (en el banco, eso si).La verdad es que bien se podria facilitar todo por internet nomas.